¿Alguna vez te detuviste a pensar en el impacto que tienes en Internet? Cada clic, cada publicación, cada comentario, todo contribuye a dar forma al mundo digital en el que vivimos. Pero con tanto poder al alcance de nuestros dedos, también viene una gran responsabilidad. ¿Eres consciente de cómo tus acciones afectan en este espacio? ¿Y de cómo lo que ves en las redes sociales te influye a ti? Ser críticos con cómo usamos las tecnologías es crucial para hacer de Internet un lugar mejor para todas las personas.
Cuando hablamos de ciudadanía digital, reconocemos que somos ciudadanos y ciudadanas en Internet, un espacio público donde habitan muchas personas diferentes. En este territorio, tenemos derechos que deben ser respetados, pero también responsabilidades y obligaciones.
Las personas críticas formulan preguntas con claridad, están bien informadas y son capaces de interpretar la información que reciben. Intentan mantener la mente abierta ante ideas diferentes a las propias y tienen opiniones personales, pero están dispuestas a considerarlas y retractarse si ven que se confundieron.
Antes de enviar un mensaje, comentario o publicación en redes sociales, detente un momento y piensa en cómo podría afectar a otras personas. Evita difundir rumores, compartir contenido inapropiado o participar en situaciones de ciberbullying.
Participa en conversaciones constructivas y promueve el respeto y la empatía. Ayuda a crear un entorno digital donde todas las personas se sientan seguras y valoradas.
Investiga, busca evidencia confiable y analiza la validez cuando ves un contenido. Esto nos ayuda a evitar caer en trampas como la desinformación o la publicidad encubierta.
Diversificar las fuentes de información es crucial para obtener una perspectiva más completa. Sigue cuentas y medios de comunicación que representen una variedad de opiniones y puntos de vista, para poder desarrollar un entendimiento más amplio y crítico de los temas.
Configura adecuadamente la privacidad en tus cuentas de redes sociales y juegos online y evita compartir información íntima. Recuerda que una vez que algo está en Internet, puede ser difícil eliminarlo por completo.
Recuerda, cada clic cuenta, así que elige sabiamente cómo quieres influir en el mundo digital que te rodea. ¡Tú tienes el poder de marcar la diferencia!
Las redes sociales e Internet tienen un gran impacto en nuestras vidas, moldean nuestra percepción del mundo y cómo nos relacionamos con él. Lo que vemos, leemos y escuchamos puede influir en nuestra forma de pensar, actuar y relacionarnos con las demás personas. Tomar decisiones sin reflexionar puede llevarnos a situaciones no deseadas.
Algunos riesgos de usar las redes sociales sin una mirada crítica:
Para poder ser ese ciudadano o ciudadana digital que el mundo necesita, es necesario que puedas desafiar lo que ves en Internet y las redes sociales. Se necesitan personas críticas, que puedan dudar de lo que ven, elegir qué contenidos mirar según sus intereses propios, que puedan repudiar la violencia que circula en Internet y entender cómo funcionan las distintas plataformas.
Algunos de los derechos que deben respetarse también en Internet son:
Es el derecho que nos permite tener y expresar nuestras propias creencias, opiniones e ideas. Además, nos da la libertad de buscar, recibir y difundir información.
Ejemplo: Ejerces tu derecho a la libertad de expresión cuando expresas tu opinión en tus historias de redes sociales.
Es un derecho que protege nuestra seguridad personal, nuestra identidad y nuestra vida privada.
Ejemplo: Ejerces tu derecho a la privacidad cuando eliges un nombre de fantasía o nickname para participar en un juego online.
Es un derecho que nos protege de no sufrir ningún tipo de violencia. El ciberbullying, la difusión de imágenes íntimas sin consentimiento, el grooming o abuso sexual a través de medios digitales, son algunas violencias relacionadas al uso de Internet. Es necesario conocerlas para poder pedir ayuda.
Ejemplo: Ejerces tu derecho a no sufrir violencia cuando bloqueas a un hater en redes sociales.
Es el derecho que nos permite obtener información de internet, de la radio, la televisión, los periódicos y otros medios; y que sea apropiada a nuestra edad.
Ejemplo: Ejerces tu derecho a acceder a información apropiada cuando buscas en Internet información sobre tu animal favorito.
Es el derecho que nos protege de sufrir discriminación por quienes somos, y garantiza que todas las personas somos igual de importantes y valiosas.
Ejemplo: Ejerces tu derecho a no sufrir discriminación cuando puedes hablar abiertamente de tu orientación sexual, de tus raíces y de tu religión.
Es el derecho que nos garantiza que tanto, mujeres, varones como personas de otras identidades de género tenemos las mismas oportunidades y debemos ser tratados/as de la misma manera.
Ejemplo: Ejerces tu derecho a la igualdad de género cuando en un videojuego online recibes el mismo trato que las demás personas, sin importar tu género.